Los interioristas Egue (Daniel Pérez) y Seta (Felipe Araujo) fueron los responsables de este nuevo proyecto. Los espacios completamente abiertos fueron una de las tendencias inmobiliarias más populares de los últimos años. Sin embargo, este nuevo proyecto deshace todo el proceso que anteriormente había convertido la vivienda en un loft. La nueva casa se compone de dos zonas diferenciadas, el espacio diáfano de las zonas más comunes y una zona más compartimentada que alberga las zonas mas intimas. La fachada hacia la calle cuenta con tres balcones abiertos, lo que provoca una grata ventilación cruzada.
Al entrar encontramos un vestíbulo revestido de vegetación y después vemos cristaleras con carpintería negra a media altura fungiendo como paredes de estética industrial, lo que permite gran visibilidad hacia la cocina-comedor-salón-estudio. Para el suelo de la cocina se empleo un manto de gres porcelanito imitación hidráulica y pavimento de lamas de vinilo efecto madera de Glerflor. El mueble de TV y el escritorio fueron fabricados a medida y sobre ellos se colocó vegetación que se convierte en protagonista del espacio. El dormitorio principal tiene una distribución abierta en referencia al antiguo loft y un vestidor separa la cama del cuarto del baño, el cual se revistió de micro cemento imitación de hormigón. Un gran ventanal acompañado de vegetación comunica de manera visual el espacio diáfano de las zonas comunes.
Más información de estos planos en: diariodesign.com
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